Sumergirse en los entresijos del no hacer nada es para muchos la
quintaesencia del placer. Algo con lo que mi dinámica naturaleza no comulga en
exceso pero que reconozco apacigua y
reconforta. Es el dulce no hacer de las almas plácidas. De quienes ignoran la
agridulce miel del esfuerzo y entonan un canto al descanso. De aquellos que
gustan sentir el lento discurrir de las horas muertas en una pausa de pausas. Se
asemeja a la siesta, pero es otra cosa. Los ojos permanecen abiertos.Bienvenido/a a mi blog personal
miércoles, 30 de enero de 2013
Aburrirse tumbado en el sofá
Sumergirse en los entresijos del no hacer nada es para muchos la
quintaesencia del placer. Algo con lo que mi dinámica naturaleza no comulga en
exceso pero que reconozco apacigua y
reconforta. Es el dulce no hacer de las almas plácidas. De quienes ignoran la
agridulce miel del esfuerzo y entonan un canto al descanso. De aquellos que
gustan sentir el lento discurrir de las horas muertas en una pausa de pausas. Se
asemeja a la siesta, pero es otra cosa. Los ojos permanecen abiertos.lunes, 28 de enero de 2013
Relajar los músculos tras el esfuerzo
viernes, 25 de enero de 2013
Los paisajes nevados
martes, 22 de enero de 2013
Respetar la opinión ajena
domingo, 20 de enero de 2013
Escuchar el aullido del viento
Cuando
una violenta tormenta abate toda su furia abriendo la espita de los fuertes
vientos nuestro ánimo se altera. Del pozo del subconsciente afloran las
antiguas creencias de nuestros ancestros que los temían y los veneraban como
dioses mágicos. El sibilante periplo de su soplo en las noches invernales me
sugiere la batuta de Eolo dirigiendo los tenebrosos acordes de la wagneriana cabalgata
de las Valkirias. Cobijado en la penumbra, su rítmico repicar en postigos y
ventanas me apasiona.jueves, 17 de enero de 2013
El fuego de la chimenea
martes, 15 de enero de 2013
Hacer cosquillas a los niños
Escuchar
la risa de un niño es sensacional. Nos inyecta alegría y optimismo… y es
contagiosa. Hacerles cosquillas
estimula los sentidos, socializa y ayuda a que se expresen Los encuentros con mis
nietos comienzan siempre con una activa sesión de achuchones, repasos
costillares y pellizcos en las zonas más carnosas del cuerpo que les encanta.
Una actitud atávica datada en los remotos orígenes del ser humano. ¿Reminiscencia
de un ejercicio del macho dominante sobre su clan?domingo, 13 de enero de 2013
Dar los buenos dias
Unos ¡buenos días! o un
simple ¿cómo estás? pueden hacer más
grato el día de alguien más. Hay gente en las ciudades que vive en compañía la
más triste de las soledades. Por calles y avenidas deambulan centenares de
miradas extraviadas que ignoran a quienes perturban su ciego caminar. Me conforta quebrar esa
indiferencia con el constante revoloteo de mis buenos deseos. En el medio
natural hasta las aves dan los buenos días con sus trinos. ¡Seamos menos
indolentes y más generosos!jueves, 10 de enero de 2013
Aprender leyendo cada dia
De "Mis pequeños placeres" © 2012
lunes, 7 de enero de 2013
Los ratos de soledad
A veces deseamos
sentirnos solos. La melancolía nos invade cuando perdemos a alguien con un especial
significado en nuestra vida. y sólo nos sonríe la mueca de la tristeza. Entonces
adoramos ser abrazados por la soledad. Sentir la caricia de sus largos dedos bajo el cálido azul del cielo y una cariñosa brisa. La soledad permite depurar nuestra mente y vivir
lo más íntimo, gozando los más dormidos entresijos de nuestro ser interior. Envuelto
en su mortaja de silencios gusto hurgar en mis propias soledades.
De "Mis pequeños placeres" © 2012
sábado, 5 de enero de 2013
Calentarse las manos con la taza
De "Mis pequeños placeres" © 2012
jueves, 3 de enero de 2013
El murmullo del agua del rio
Sentado junto al rio, allí donde el agua ejercita su más febril
recorrido, contemplo cómo la serpenteante corriente plateada muestra su
inquietud. Abierto en mil heridas por el choque contra las rocas, la furia del
rio salpica mi cara con su dulce agua bendita. Mientras las inquietas aguas buscan
la lejanía, intento comprender el balbuceo de sus palabras. Son momentos
intensos de serena compañía. Me hechizan los lamentos de ese húmedo ser vivo.
Hacen que me olvide de mí mismo.
De "Mis pequeños placeres" © 2012
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