Nos queda un largo
trecho por recorrer para vivir en armonía con la naturaleza. El auge de la raza
humana no debería ir en detrimento de nuestros bosques y mares. La naturaleza
no es un enemigo a aniquilar. Estamos vinculados a la Madre Tierra y el daño
que infligimos a plantas, animales y entorno revierte en nosotros y pasará
factura a las generaciones venideras. Quienes amamos el medio natural entendemos
la importancia de respetar su hábitat. Hagamos todos lo mismo ¡No cuesta tanto!
De "Mis pequeños placeres" © 2012
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