Bienvenido/a a mi blog personal

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jueves, 27 de diciembre de 2012

La playa en invierno


Ausentes de sus arenas las hamacas y sombrillas y borrado de sus accesos el veraniego pegote de coches aparcados, las playas y calas son remansos de paz que gozan la benevolencia del invierno. Entre un silencio solo roto por el sordo rumor de las olas y el susurro de la brisa tornan a sus orígenes. Con las puertas de apartamentos, chiringuitos y bares cerradas, sólo el trasiego de unos pocos pescadores rompe el hechizo de una soledad llena de mar. Son tentadores paraísos para cuerpo y mente.
 
De "Mis pequeños placeres" © 2012

lunes, 24 de diciembre de 2012

Encontrarse con los nietos


Los nietos procuran sonrisas. Encontrarse con los hijos de nuestros hijos es siempre grato y enriquecedor para ellos y para nosotros. Existe un cariño innato que une a abuelos y nietos de forma diferente al que se tienen padres e hijos. Para los nietos el abuelo suele ser una figura importante y a veces su mejor amigo. A pesar de lo independiente de mi talante, me siento especialmente feliz cuando estoy con mis dos nietos. Yo retrocedo en el tiempo mientras ellos avanzan en el suyo.
 
De "Mis pequeños placeres" © 2012

sábado, 22 de diciembre de 2012

Dar las gracias


El simple gesto de pronunciar o escribir la palabra gracias ennoblece. No debemos ignorar a quienes hacen más rica nuestra existencia. A los que nos ayudaron en algún momento o simplemente comparten gustos, ideas o afectos. Todos ellos nos procuran placer y  merecen un reconocimiento. Considero indignante que alguien olvide practicar un gesto tan elemental y sencillo. Ejercitarme en el agradecimiento es algo que me produce satisfacción. ¡Y cuesta tan poco llevarlo a cabo!


De "Mis pequeños placeres" © 2012

viernes, 21 de diciembre de 2012

Sentir el afecto de los demás


El corazón está hecho para sentir afecto. Para que se nos quiera como un ser único y especial. Cuando esto no ocurre, debemos asumir la tarea de apreciarnos a nosotros mismos para no sucumbir a los fantasmas de la depresión y la ansiedad, A veces nos cuesta encontrar sentido a aquello que nos rodea y hasta justificar aquello en que creemos, pero siempre es más importante lo que de uno mismo se siente que lo que puedan pensar los demás. Me gusta sentirme apreciado y aceptado tal cual soy.

De "Mis pequeños placeres" © 2012

martes, 18 de diciembre de 2012

Escuchar chistes


Me gustan los chistes cortos, directos e incisivos que crean ese shock genial que abre la sonrisa y provoca la carcajada  Son preciados frutos de la gracia infusa. Un tesoro del ingenioso acervo de las mentes ágiles. El chispeante latigazo con que fustigan mis neuronas me resulta lenitivo y sedante. Envidio especialmente el don sutil de quienes los hilvanan dándoles suelta en hilarante letanía. Tras estos recitales de jocosas ocurrencias me siento optimista y feliz. Desternillarse de risa lo cura todo.
 

De "Mis pequeños placeres" © 2012



jueves, 13 de diciembre de 2012

Hacer un regalo


Regalar es un placer para quien obsequia tan solo superado por el gozo de quien recibe. Tiernos, firmes o nudosos, nuestros dedos arrancan con nerviosa torpeza el envoltorio que los cubre mientras en los ojos chispea el brillo de la ilusión. Me gusta contemplar esa especial expresión entre sorprendida y anhelante en un rostro estimado. De niño me encantaba recibir cualquier regalo pero con el paso del tiempo he aprendido que regalar puede ser una actividad mucho más satisfactoria.

De "Mis pequeños placeres" © 2012

martes, 11 de diciembre de 2012

Descubrir formas en el paisaje


El relieve ondulado de las lejanas sierras o el filo pétreo de las enhiestas moles de los acantilados marinos  sugiere una variada gama de formas al observarlos a cierta distancia. Al igual que el lento discurrir de las nubes por el cielo, evocan fantasmagóricas figuras cuyos trazos atizan el fuego de la imaginación. Adivinamos animales  monstruosos, rostros demoníacos y hasta contornos que nos son familiares. Es un regalo de la madre naturaleza. Un juego de la fantasía al que nunca me resisto.
 
De "Mis pequeños placeres" © 2012

domingo, 9 de diciembre de 2012

El vuelo de la cometa


Dueño del encanto de lo versátil, el jovial vuelo de la cometa divierte y emociona. Una sencilla milocha nos permite dibujar en el cielo todo tipo de movimientos con la simple ayuda de un cordel. Podemos inclinarla hacia un lado u otro, hacer que se detenga en el aire y luego caer en picado. Nos desvela secretos de la naturaleza  como el flujo de las corrientes del aire que cálidas la elevan y frías la hacen descender. Construir una cometa y dirigir su vuelo es un ameno juego para cualquier edad.
 
De "Mis pequeños placeres" © 2012


miércoles, 5 de diciembre de 2012

Mojar pan en las salsas


Vivo en un país salsero y me encanta mojar el pan blanco en la polícroma exquisitez de las salsas. Me gusta contemplar cómo una miga cavernosa anega sus poros en la untuosa ambrosía. Los arrullos al paladar de tan exquisito bocado me regalan todo un iris de sabores en un estallido de irresistible placer. En mi voraz andadura gastronómica continúo alejado de finezas hasta rebañar el plato despojándolo del rico condimento. Es un himno a la gula que nos libera del yugo de la etiqueta.

 
De "Mis pequeños placeres" © 2012



sábado, 1 de diciembre de 2012

Pisar arena virgen


Los arenosos senderos que besa la mar son efímeros. En los días tormentosos las olas invaden las indefensas playas y los engullen en su turbulento seno. Espero que Neptuno calme su furia para reencontrarme con la impoluta acuarela de minúsculas dunas que viste su dorada superficie. Pisar la arena virgen en una playa solitaria persiguiendo la tranquila y ondulante mueca de la bajamar es sedante. Atrás queda la huella de mi pisada y al frente la inmensidad del horizonte.

De "Mis pequeños placeres" © 2012