A veces deseamos
sentirnos solos. La melancolía nos invade cuando perdemos a alguien con un especial
significado en nuestra vida. y sólo nos sonríe la mueca de la tristeza. Entonces
adoramos ser abrazados por la soledad. Sentir la caricia de sus largos dedos bajo el cálido azul del cielo y una cariñosa brisa. La soledad permite depurar nuestra mente y vivir
lo más íntimo, gozando los más dormidos entresijos de nuestro ser interior. Envuelto
en su mortaja de silencios gusto hurgar en mis propias soledades.
De "Mis pequeños placeres" © 2012
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