
Tan próximo a todos y por muchos tan olvidado, el medio natural nos ofrece un rico compendio de bellezas. Apenas las frias arterias del asfalto urbano quedan a nuestras espaldas, aparece un mundo nuevo. Un emporio de verdes bosques, onduladas sierras y doradas playas. Me encanta adentrarme en sus intrincados bucles de ocre tierra, dura roca, fresca hierba o suave arena. Caminos con los que la naturaleza alfombra sus vastos dominios. En ellos siento el dulce calor de su seno materno.