Inventar mundos paralelos evade
de la realidad y nos multiplica las vivencias. Fantaseando damos vida en
nuestra mente a ilusiones e ideales sin hundirnos en los abismos de la cruda lógica.
Con la imaginación podemos emocionarnos, sonreír y también irritamos gozando de
un sinfín de experiencias que siempre son reversibles. La imaginación es creatividad
y posee la llave secreta que abre los sutiles postigos del arte. Sin ella los
escritores no escribiríamos. ¡Da rienda suelta a tu imaginación!
De "Mis pequeños placeres" © 2012
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