DESEOS DE PAZ
Agonizaba la tarde bajo un cielo de azafrán envuelto en la muselina del crepúsculo invernal cuando cerca de mi porche vi pasar a un gavilán que acechaba a un pajarillo presa de temor cerval.
-¿Qué buscas bronco enemigo?- le grité desde el portal.
-¿Deseas pendencia conmigo al mostrar tu instinto rapaz acosando a un pequeñuelo emboscándote en el ocaso? ¡ Mereces severo castigo por ser un glotón voraz!
Cuando gracias a mi afán mi huésped pudo escapar, el gavilán dando un salto se posó junto al portal con su parduzco plumaje y sus garras de pedernal y abriendo en alto el fiero pico comenzó este platicar:
- No merezco tu censura y te ruego comprensión pues pensé que esa criatura era bestia montaraz, de aquellas que buscan sazón en los campos y dehesas, sin procurarse el sustento en humana población.-
- Persigo a las aves silvestres por designio del Señor que mis vuelos también hace esclavos de cualquier otro rapiñador, porque es la naturaleza y no un odio detructor lo que inyecta fortaleza a mi instinto depredador.-
- Me siento en deuda contigo y en ofrenda de paz y amistad, si lo crees oportuno, estoy dispuesto a predicar lejos del bosque intrincado donde tengo mi escondite lo que me quieras demandar.-
- Nada temas buen amigo - respondí a su recital.
- Solo quiero que cuando alcances mendigando las cimas del cielo azul, despliegues la enseña entrañable de mis deseos de paz como muestra irrefutable de un anhelo primordial -
Y cuando la noche estrellada entre latidos de cristal a la tarde le ponía su mortaja de alquitrán, en el horizonte se empequeñecía la imagen del gavilán y detrás resplandecía mi mensaje universal.
¡PAZ UNIVERSAL EN 2011!
No hay comentarios:
Publicar un comentario