Desternillarse de risa es una magnífica terapia. Una buena risotada estimula la producción de endorfinas, fortalece el corazón, facilita la digestión, aumenta el riego sanguíneo y mejora la libido. Al incrementar el consumo de oxígeno, se calcula que tres minutos de risa intensa equivalen a cerca de diez minutos de ejercicio aeróbico. Reír a mandíbula batiente es analgésico y antidepresivo. No reprimas la estridencia de tu risa. Recuerda que pone en forma el cuerpo y la mente.
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