No basta el mutuo perdón para reconciliarse con alguien que nos importa, Para vencer las diferencias que separan también es imprescindible aceptar los propios errores. A veces encontramos a personas rencorosas y vengativas que juzgamos sin considerar sus razones. Suelen ser almas infelices a quienes la vida ha maltratado. Seres que han pasado por experiencias dolorosas y en cuyas entrañas arraiga el resentimiento. ¡Seamos generosos con ellas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario