Ubicado
entre el sinsentido del frívolo que todo lo ríe y la tiesura del serio que
rechaza cualquier burla, el humor es una sana virtud social. Una broma trae la
risa y divierte aportando alegría a nuestras humanas tristezas. Su práctica desinhibe
y eleva por encima de los férreos dictados de lo establecido. Carecer de humor es
carecer de humildad. Es estar demasiado pagado de uno mismo. Valoro que quienes
me rodean posean sentido del humor. La ironía puede herir pero nunca lo hará el
buen humor.
De "Mis pequeños placeres" © 2012
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