Si alguna de las aventuras marítimas en que he participado me ha dejado recuerdos imborrables sin duda lo fue mi última expedición de cuatro dias a las Pitiusas. Una singladura iniciada en calas ibicencas que tras cruzar el canal de circulación marítima con la Península, alcanzó la isla de Espalmador e inició la circunvalación de la vecina isla retornando al punto de partida. Siete fuimos los piragüistas que la concluímos de los nueve que iniciamos el recorrido. Fue una expedición en que cada palista era autónomo, transportando en su kaiak todo lo necesario para las acampadas, así como la comida y la bebida.
Durante la noche del regreso en el ferry de Sant Antoni de Portmany a Barcelona la experiencia vivida no me dejaba dormir y me puse a escribir el siguiente poema incluido en mi libro "Rimas para el recuerdo" que ilustra las sensaciones experimentadas salvo la última estrofa cuyo final por fortuna no se cumplió...pero bien podía haberlo hecho...
Para los catalano parlantes también ofrezco acceso a la versión en mi lengua vernácula y formato videopoema que nació con posterioridad acompañado de la incomparable música de Haendel, uno de mis compositores favoritos: http://www.youtube.com/watch?v=qwuzVHcIJkE
FORMENTERA
Es
Formentera rincón hechizado,
lienzo
de frondas de pino y sabina;
de
verde lentisco en su acantilado,
abrupto
nido del ave marina,
que
enraiza sus hebras atormentado
por
vientos que acechan tras la neblina.
Ophiusa
griega de blancas arenas,
recóndita
perla de las Pitiusas,
de
grutas marinas donde sirenas
susurran
sutiles voces difusas
que
al intruso ciñen recias cadenas
si
escucha sus falsos salmos de musas.
Bello
esmeralda de nítidas aguas
que
a ritmo pausado, con parsimonia,
recortan
las proas de las piraguas
hendiendo
praderas de posidonia,
cintas
que danzan bajo el paraguas
de
un cielo vestido de ceremonia.
La
mar apacible y el manso cielo
oscilando
a impulso de las mareas
aguardan
cautivos del desconsuelo
que
un viento heraldo de bravas peleas
ciego
perturbe el sutil terciopelo
de
su sosiego con arduas tareas.
Ya
sopla inclemente un fiero gregal
y
el cielo muda su azul a plomizo
sumido
en aura de tinte espectral
que
el ánimo subyuga con su hechizo
y
al mar encrespa con el vendaval
agitando
airado su tenue rizo.
Centellas
brotan de un cielo maldito
y
el trueno es clamor que turba el sentido;
las
olas del mar en siniestro rito
todo
lo barren con su restallido;
errantes
paleamos al infinito...
en
vana búsqueda del ser perdido.
Preciosa com tot el que escrius. I sí, sort lo del final no es va produir pas!!! A més, menys mal, ara dorms molt millor. Un petonàs!
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