Conversar es un arte
necesario. Hablamos mucho pero decimos poco. La comunicación es para cualquier
ser humano tan esencial como la comida o el descanso. Confrontar y compartir sin
reservas con mis amigos todo tipo de opiniones, sentimientos y emociones es
algo que me apasiona porque me acerca más a ellos. Pese a mi natural vehemencia
expresiva busco que mi interlocutor entienda lo mucho que me importa lo que
siente y dice, procurando que mi plática destile afabilidad y ternura.
De "Mis pequeños placeres" © 2012
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